Seguí los consejos de gurú pacha Nari y salí a vivir y fui al cumpleaños de Maru (a quien llaman Miguel) y la pasé tan bien, fumé cosas ricas que me pegaron feliz y loca, y bailamos y cantamos y conocí una chica que tenía la misma voz que warhol, ácida, mala y divertida estuvimos toda la noche juntas riendo y delirando hasta la mañana, hicimos una especie de cantando por un sueño playback con canciones de Adriana Varela y Chavela Vargas con ella y maru y la madre, una genia, toda la noche despierta viendo todo y riéndose y aplaudiendo, más pilas que los supuestos jóvenes. Tiene una terraza, vive en Isidro Casanova, barrio barrial si los hay, se veían las estrellas de verdad, las casas son aún más bajas que en Ciudad Cubo, calles de tierra, zanjas con pequeños puentes para cruzar la calle. En la noche sus presencias, amiguitos, brillaron, como si estuviesen en mí. Ellas parieron a una criatura de crealina, santa ella, llamada la Señora Basura. Viaja en rata y despeja la basura mental si uno la invoca. A invocarla pues. Extráñolos.