Feliz año los amo!

Muchas cosas pasaron en estos días que me están enseñando cosas que en algún momento voy a aprender. De a poco llegan, pasando por el colador cerebral. Las navidades en el submundo Tim Burton de la casa de los padres de Coco, extrañas y fascinantes, de una luz destellante de oscuridad. Festejo de cumpleaños de amiga del círculo de voces, gentes de todos los orígenes sociales, chetis jipis chamanes artistas under modernos, grandes chicos. Estuvimos horas cantando, y llegué a estados raros que me gustaron mucho, como, después de cantar una laaarga canción improvisada, un chico me dijo que le vibraban las manos y los pies y a mí también y nos hicimos como una especie de reiki en las manos y estaba en una paz exitada y alegre. Al otro día año nuevo. Hice mi primer pionono, y creo que me voy a adentrar más en el mundo pionono que es lo más! Y más ahora que hace calor y encima no tengo gas para cocinar. Y fuimos con coco a la casa de padres. Amigos de madre, personash, como el enfermo de los chistes de norman erlich que no paraba de contar chistes, no estoy exagerando, no paraba!!! Y la psicologa loca que se la pasaba mandando mensajitos a su hijo y que habla, mucho y muy bajito y no se le entiende casi nada de lo que dice. Bailamos música árabe en la calle y después puse una canción de Lia Crucet que le había grabado a Vitch y explotó la fiesta y nos fuimos bailando todos abrazados, con unos vecinos de enfrente que no veía casi desde chica, fuimos bailando hasta la esquina y la gente de otros edificios aplaudía y nos vivaba!!! Y después, la llamada de Vitch, la fiesta en lo de matt, coco conmigo feliz, también un poco raro e incómodo y yo también, como toda cosa nueva. El collar de Su, una dulzura que no me lo saco desde que me lo dio Vitch, la ausencia de Nars que también era presencia y alegría de conocernos y estar cerca. Ese colchón en ese patio con esas estrellas con esa gente. Too much, no tengo mucho más que pedirle a la vida.